La tecnología de almacenamiento dinámico soluciona problemas ocasionados por el crecimiento continuo de datos de usuario no estructurados y el correspondiente consumo masivo de espacio de almacenamiento, caro y de alto rendimiento, que se deriva de ello. Basándose en directivas definidas por usted, la tecnología transfiere sin ningún problema y de manera transparente los datos que no se usan, los que se usan raras veces o los que no revisten demasiada importancia, a almacenes de datos que resultan menos costosos o que están desconectados de la red, de modo que los usuarios pueden ver y acceder a esa información exactamente como si siguiera en su ubicación original. De ese modo, se libera espacio valioso en los dispositivos de almacenamiento más caros y de mayor rendimiento, y se agiliza el proceso de copia de seguridad.
Para lograrlo, la tecnología de almacenamiento dinámico crea dos particiones (o niveles) independientes para los datos no estructurados de los usuarios. Los datos que se han creado o a los que se ha tenido acceso recientemente se almacenan en una partición primaria, que suele ubicarse en dispositivos de almacenamiento de disco de alto rendimiento, como SAN. A continuación, de acuerdo con la directiva especificada, la tecnología de almacenamiento dinámico transfiere los datos con menor actividad a una partición secundaria, ubicada por lo general en un espacio de almacenamiento menos costoso. Cuando se accede a datos inactivos o se modifican estos, la tecnología puede devolver de forma dinámica estos datos a la partición primaria, de acuerdo con la directiva definida para ello. Si bien ambas particiones existen físicamente de manera independiente en dispositivos de almacenamiento separados, el usuario final dispone de una vista unificada de los datos en un único volumen con el que está familiarizado y desde el que puede acceder a los archivos.
Como resultado, los usuarios finales no perciben cambio alguno en la forma en que acceden a su información, mientras que el almacenamiento de los datos se optimiza automáticamente, de acuerdo con las directivas y el uso real, para hacer que los sistemas funcionen de modo más eficaz, reducir los gastos administrativos y de almacenamiento, y aumentar la productividad de los usuarios.